El Casco Antiguo de Sevilla se caracteriza por sus calles estrechas y sus plazas adoquinadas. Es una zona de gran valor patrimonial y cultural con una dinámica actividad comercial, que invita a pasear.
Junto a su apartamento se encuentran algunas de las joyas de la ciudad como la Casa-Palacio de la Condesa de Lebrija (“el Palacio mejor pavimentado de Europa” por su colección de mosaicos romanos) y el espacio Metropol Parasol (la estructura de madera más grande del mundo, del arquitecto Jürgen Meyer y con un bello mirador de la ciudad).
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El centro histórico de Sevilla concentra una animada vida comercial, donde encontrará firmas de moda nacionales e internacionales, tiendas de diseñadores emergentes y locales centenarios de larga tradición.
Sierpes es una destacada calle de shopping con comercios emblemáticos como la confitería modernista La Campana (1885); la sombrerería Maquedano (1896), última sobreviviente de este accesorio con más de 1.000 sombreros; la Papelería Ferrer (1856) con sus mostradores originales y la relojería El Cronómetro conocida por los seis relojes de su fachada montados para la Exposición Universal de 1929.
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A tan solo un paseo, encontrará algunos de los bares, bodegas y restaurantes con más solera de Sevilla que mima con celo sus tradiciones.
Especialidades como las espinacas con garbanzos, los boquerones adobados, las pavías de bacalao, los montaditos de pringá, la ensaladilla, las croquetas, las chacinas o el salmorejo adquieren otra dimensión en estos establecimientos históricos de tapeo.
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